Ya me han entregado el premio CULTURAS 2009

Querid@s bloggers. Hoy es el último día del verano. Dicen en la publicidad de los grandes almacenes que hay “Ganas de Otoño”. Los que “ganan” seguro que son ellos. Pero en fin, que hay que ir pensando en las chaquetillas y abrigarse. Que me lo digan a mí que sigo recuperándome de la bronquitis. Eso sí, muchísimo mejor. Creo que la mejor medicina no ha sido ni los antibióticos, ni los antiinflamatorios, fue el jamón extremeño y la torta del casar que me zampé en Badajoz. Concretamente en Almendralejo, dónde estuve el jueves recogiendo el premio CULTURAS 2009 que me entregó el comité extremeño contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia desde la Junta de Extremadura. Tuve el placer de saludar a su presidente Guillermo Fernández Vara, y a su consejero de juventud y deportes Carlos Javier Rodríguez.

Me encantó el discurso de clausura de Guillermo en los premios. Muy en consonancia con la filosofía de todos los que estábamos allí. Por cierto, Presidente, lo de la bronquitis está diagnosticado por mi doctor José María Esteve Barcelona (como me enrollé tanto cuando me entregaron el premio dijo en sus palabras que como médico que es, dudaba de que estuviera enfermo). Con Carlos estuvimos cenando junto a algunos premiados en el hotel “Las Lomas” de Mérida dónde me quedé a dormir.

Me encantó compartir mesa con el cantautor extremeño Migueli, un tío comprometido “con los que sólo reciben malas noticias” y que ha llevado su música por prácticamente todas las cárceles españolas y muchas en Latinoamérica. También estaba Jordi, sobrino de Vicente Ferrer, en representación de su fundación. En su conversación no dejó de animar a la eliminación de la pobreza en el mundo (encantado de conocerte, Visca Calella!). También estaba Oscar Rando, director de la fundación +Árboles de la que soy patrono y con la que hemos plantado los bosques de Internight (el último el de Pescueza, ha sido el artífice de éste galardón). Una animada cena en una estupenda compañía. El secreto ibérico que pedí estaba delicioso. Luego me animaron a probar una tarta de la tierra, Técula mécula, hecha a base de almendras. Como llena ¡madre mía! Pero que buenísima estaba.

El viernes aproveché la mañana para ver el museo nacional de arte romano de Mérida y de vuelta a Madrid. Contentísimo por el premio y agradecido como siempre a la gente de Extremadura que una vez más me ha demostrado que su hospitalidad es inigualable. Gracias.