EL MOMENTO CRUCIAL DE MAICO
El primer disco del grupo mallorquín combina soul, rock, tecno o dance con la vocación más pop y letras viscerales.
por Santiago Alcanda.
“Fueron una serie de hechos los que me fueron empujando poco a poco a introducir más la música en mi vida: desde el piano que mis padres compraron para nunca tocarlo hasta vivencias algo extremas que me fueron impulsando a la creación amateur tanto de canciones como de reflexiones”
Miguel Barceló, febrero 2017
MAICO son: Miguel Barceló (voz), Nito (Guitarras), Emilio Mut (bajo), Joan Lluis Caballero (teclados) y Ángel Ríos (batería)
Desde el silencio, como de la nada, aparecen tímidamente los acordes de guitarra in crescendo, y la voz de Miguel, bajo el influjo, el eco de voces como la de Jeff Buckley o la de Antony Hegarty (Antony And The Johnsons), susurra su lamento, su arrepentimiento y su declaración incondicional a Silvia – “Eres la única que me enseñó lo que era el amor… Por favor, perdóname…”- para empezar a clamar: ” No quise dejarte así”… El arranque de la canción augura un artista de otra dimensión, un cantante bestial con un timbre y poderío vocales muy personales, arropado por una banda compacta, que se conoce a la perfección, capaz de crear riffs, tempos, cambios de ritmo, sonidos originales, que les distingue de cualquier otra banda. Es un comienzo que va a marcar el resto del repertorio. Doce canciones que van a marcar pauta. En “Silvia” se percibe al instante que Miguel y Nito, preferentemente, escriben y arreglan canciones para compartirlas en concierto, para cantarlas alalimón con el público. Es la vena anglosajona, desde Radiohead a Coldplay, desde Vetusta Morla a Izal. Melodías pop que se contagian e invitan al personal a no dejar de bailar y de corear.
Miguel Barceló puede cantar, hacer con sus cuerdas vocales lo que se le antoja. Es una sensación parecida cuando se escucha “Closer”, una composición sublime, donde el cantante suelta cuanto lleva dentro, cuánto ha aprendido, su capacidad para alcanzar el máximo nivel de interpretación. La melancolía de “Silvia” o “Closer”, se torna optimismo, ilusión, felicidad juvenil en “Rainbow”, el tema de adelanto o primer single, con ese estribillo radiofónico tan contagioso que te acompaña en la ducha, en el hipermercado y en el atasco más inoportuno. Un éxito. “Ping Pang” expresa ese punto de redención y la esperanza de nuevos tiempos luminosos dejando atrás los días turbulentos, las horas malgastadas. En la misma línea, “Moment” podría haber sido perfectamente el primer sencillo. Otro “hit” para agitar corazones y esqueletos que incorpora esos coros armoniosos típicos en los temas más reconocibles de grupos como Two Door Cinema Club. Sin embargo, las primeras influencias musicales de Miguel se disiparon en el tiempo y en la práctica y no cesa de buscar voces, mundos, sonidos nuevos: “En la adolescencia me empapé de los Beatles – me cuenta Miguel – tanto que supusieron una anulación de cualquier otro tipo de música que consideraba fundamentalmente efectista. Para mí, lo único que merecía la pena era la melodía. Desde entonces creía que la música ligera había quedado mucho más estancada; refugiada en los efectos, en los ritmos rápidos y en los volúmenes fuertes. Hoy por lo contrario, ni siquiera escucho a los Beatles, me producen una mezcla de aburrimiento e indiferencia. En estos momentos, escucho algo que desde mi punto de vista es enormemente innovador: FKA Twigs”.
Por su parte Nito aporta su experiencia de músico, de guitarrista, de un compositor melómano por los cuatro costados, cuyos gustos abarcan un amplio espectro: “Mis influencias musicales son muy diversas, así como diverso es todo lo que compongo y produzco con Maico… Me encantan Queen, John Mayer, Michael Jackson, U2, Coldplay, Two Door Cinema Club, Incubus, L.A., Jamiroquai… y luego grupos de otros estilos que ni se acercan conceptualmente a los anteriores como: Sevendust, Korn o Pantera, pero que también me sirven de inspiración”.
El quinteto Maico, sin disimular sus influencias, impone su impronta y “Heaven” es lo que en el mundillo musical llamamos “temazo”, una canción indiscutible, para mí de lo mejorcito que he escuchado en mucho tiempo; como lo es también “Waiting”, donde la fuerza vocal y emocional de Miguel se expresan sin límites apara dejarnos atónitos. En “Heaven”, su voz llora literalmente desde el desconsuelo la oportunidad perdida, el amor desvanecido. Y en “Waiting”, renacen las buenas vibraciones hacia días más felices, el reencuentro con el amor, sabedor de que la soledad siempre acompaña, y que la debilidad puede volver a aparecer.
Miguel nos revela: “El proceso de composición es algo mecánico: primero la música y luego la letra. Todo suele suceder de una forma algo visceral aunque hay diferencias. Por ejemplo, Closer se compuso en 10 minutos y la letra en otros 10 minutos. Pasaron meses entre ambos procesos”. Cuando compone o interpreta Miguel no se deja nada en el tintero o en las entrañas. Lo escupe, lo vomita todo, se desnuda emocionalmente, y esto es algo que termina cuajando, porque los seres humanos necesitamos sentirnos identificados con las pasiones ajenas, darnos cuenta de que no estamos solos. En este sentido, la música de Maico es soul en estado puro, toca la fibra, nos llega al alma.
Pincha para escuchar su primer single RAINBOW.
«Maico es una de esas bandas que hacen que podamos sentirnos orgullosos de la música hecha aquí. Pondrán a Mallorca en el mapa del pop internacional como Ibiza lo es para la musica de baile» Tony Aguilar.
El álbum de MAICO se pondrá a la venta el 24 de marzo.